Hablaremos del inicio de tanta magia, de la belleza de la cultura; porque siempre existe un pasado, y siempre podemos mirar más atrás. Cuando el arte era la comunicación de una civilización, y es la única forma en que hoy sabemos que existieron y cómo fue su vida.
Las pinturas rupestres son las primeras manifestaciones artísticas pre históricas grabadas sobre rocas, paredes de cavernas u otras. Gracias a diferentes factores quedaron protegidas de la erosión de la naturaleza y por ello resistieron miles de años, para ser hoy, vestigios de una civilización desaparecida. Nacen de la necesidad de comunicarse y expresar su cultura.
En Callac-Puma, háblese de Puma Orco (cerro del puma) o CallacPoma (morada de puma), localizado entre los distritos de Baños del Inca y Llacanora, se encuentran pinturas rupestres con una antigüedad de no menos de 10.000 años, que demuestra que en la sierra del Perú existía una cultura nómada; es claro que ello significa una de las más grandes herencias culturales. Los nómadas nos dejaron un valiosísimo testimonio del pasado, desarrollando representaciones artísticas relacionadas a prácticas de carácter mágico-religiosas y actividades diarias como la caza.
Generalmente las pinturas rupestres fueron hechas con pigmentos de origen vegetal como el carbón, fluidos y desechos corporales o compuestos minerales mezclados con aglutinante orgánico como resina o grasa. En el caso de Callac-puma se habla de materiales como el caolín (arcilla natural), negolina, tierras con azufre y ocres.
Es notorio que el arte que desarrollaron los habitantes de Callac-puma, testifica su capacidad de domesticar auquénidos y su conocimiento de la docilidad de animales hoy en vías de extinción.
Las llamas y los venados que muestran estas pinturas rupestres nos facilitan la educación lógica de sus actividades. Indica además una población que no desconoció la danza, esto lo demuestra una muestra grafica de bailarines llenos de vitalidad y con un objeto circular en las manos que les da un entorno mágico y misterioso.
Este objeto va en la mano derecha de los danzantes, al igual que un danzante de marinera al sujetar un pañuelo. Quizás algún día los estudios determinen el mensaje de esta representación incorpora, pero es difícil pensarlo ya que los vestigios de estas antiguas culturas peruanas fueron, en su mayoría, destruidas en el periodo de la mal denominada conquista.
Entre otras figuras que pueden apreciarse están las antropomorfas, zoomorfas, fitoomorfas, y figuras no naturista logrados con óxidos metálicos como la ematita y la limotita.
Lo más difícil es interpretar su significado y su función, es decir dentro de la mentalidad aborigen de ese entonces. Pero es importante saber que no son sólo las pinturas las que valen; son más bien el resultado de un largo proceso cultural, el valor de la cultura que las hizo posibles.
Para finalizar les dejo palabras de Alfredo Mires Ortiz: “Y las pinturas rupestres del Qayaqpuma son la fuente primera de nuestro ser y encanto, de nuestro saber y recuerdo, espejo y memoria, ánimo y amuleto, impulso y testamento”.
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